¿Conocéis al Dover Quartet?

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Hace una semana os contábamos que esta joven formación estaría de gira por Europa en este artículo. Ahora bien, ¿quiénes son?

Según The Chicago Tribune: “el Dover Quartet tiene todo para convertirse en el nuevo Guarneri Quartet, así de buenos son.”

Saltaron a la fama en 2013, tras ganar todos los premios en el Concurso Banff. Tuvieron el honor de recibir el Avery Fisher Career Grant y de golpe se convirtieron en uno de los cuartetos más demandados del mundo. De forma meteórica escalaron hasta el top de los cuartetos de cuerda.

 

Graduados en el Curtis Institute de Filadelfia, sirven como Cuarteto en residencia en la Bienen School, Northwestern University, Chamber Music Northwest, Artosphere y es el primer cuarteto en ser residente en el Kennedy Center., logro que también consiguieron en el propio Curtis Institute.

 

Firmaron un contrato con Cedille Records, sello con el que han grabado el álbum titulado “Voices of Defiance: 1943, 1944, 1945” un álbum que lleva a los oyentes en un viaje a través de obras escritas durante la Segunda Guerra Mundial, compuestas por Shostakovich, Ullmann y Laks.

En la temporada 2016-2017, grabaron un álbum íntegramente dedicado a Mozart, para el mismo sello Cedille Records. Escogieron el mismo repertorio con el que debutó el Guarneri Quartet en álbum. El violista fundador del Guarneri, Michael Tree, se unió al Dover Quartet para grabar el Quinteto en Do Menor de Mozart.

 

Queda claro, entonces, su éxito como formación. Por sus críticas, sus cuantiosos premios en concursos, sus aclamados conciertos y sus bien recibidos trabajos discográficos. Veamos ahora a nivel individual:

Joel Link destacó a una temprana edad y encontró el éxito tanto como solista como en la música de cámara. Fue galardonado en numerosos concursos, de los que destacan el Johansen de Washington y el Yehudi Menuhin de Reino Unido. Después de eso, apareció en diversos medios de comunicación y se empezó a hacer un nombre. Link toca un violín Jean-Baptiste Vuillaume, Paris circa 1857, cedido por Desirée Ruhstrat.

 

Bryan Lee, que toca con un violín Riccardo Antoniazzi de 1904. Ha tocado como solista con la Orquesta de Filadelfia y con las Orquestas Sinfónicas de la Universidad de Temple, entre otras. Fue galardonado con la medalla de bronze en el Concurso Internacional de Cuerda Stulberg de 2005 y el 2º premio en el Concurso Kingsville para Jóvenes Intérpretes de 2004.

 

Milena Pajaro-van stadt posee un “liricismo que destaca, un tono sedoso y bonito con líneas suaves. Pero, a la vez, es énérgica y potente”, según The Strad. Ha tocado como solista junto a la Filarmónica de Tokyo y la Sinfónica de Jacksonville, entre otras. De los galardones que ha recibido destacan los recibidos en el Lionel Tertis, el Concurso de Viola de Tokyo y la Competición Sphinx. Fue estudiante de violín hasta 2005, cuando empezó a tocar la viola tras el Festival Internacional Bowdoin. Toca con una viola Michele Deconet Venice de 1780 “the Kroyt”, un instrumento cedido por el nieto de Boris Kroyt del Budapest Quartet.

 

Camdem Shaw, que toca un violonchelo Frakn Ravatin de 2010, ha cautivado a la audiencia desde Estados Unidos a Europa, con su visión sincera y única, con un tono rico y profundo, dinámico y fluido. Un instrumentista excepcional que no parece que tenga dificultades técnicas. Shawn tiene un álbum en el mercado, con el que consiguió muy buenas críticas y hasta una review en la revista Strad.